Bertín Bracho quería ser encantador de serpientes. Así que, con el dinero que recibió al vender su regalo de cumpleaños, se compró una víbora pinta, a la cual llamó Pingo. Pero Pingo no es una víbora cualquiera, pertenecía a un mago que la había extraviado de camino a un embrujamiento.
Townson, Hazel
Víboras vivas/Hazel Townson ; ilus. de Tony Ross ; trad. de Joaquín Díez-Canedo F.—México : FCE, 1995.
72 pp. : ilus. ; 15 x 19 cm—(Colec. A LA ORILLA DEL VIENTO)
1.Literatura Infantil
LC PZ7 Dewey808.068 T833v